Si te vieran subir desnuda, sola,
sin turbación, queriendo llegar ciega
a la tierra, sujeta, con tu aureola
de jacinto, de llama que se niega.
Sí, si te vieran salir del mar, una
mañana, con los muslos abrazados
por serpientes –de frío hondo, de luna
que no quiere morir–, desesperados,
te hallarían cantando desasida,
con la memoria inútil, diferente;
en tu destierro solo, transparente.
Amor de amor, palabra dulce, huida
hacia otro sueño sin defensa. Río
ardiente, suspirado. Aire de envío.
El sastre (cuento yiddish de Isaac Peretz)
Gemelos de camisa con forma de estilográficas
Relato corto de Scott Fitzgerald: La tarde de un escritor
<div class="a2a_kit a2a_kit_size_22 addtoany_list" data-a2a-url="https://modelnos.com/la-tarde-escritor-fitzgerald/" data-a2a-title="Relato corto de Scott Fitzgerald: La tarde…
Jimi Hendrix. La música que cura
<a class="a2a_button_facebook"…
Cuento de Felisberto Hernández: La pelota
<a class="a2a_button_facebook"…
Babel. Quien no arriesga no gana
<a class="a2a_button_facebook"…
Las sandalias se ponen de moda
<a class="a2a_button_facebook"…
Colombo, medio siglo después
<a class="a2a_button_facebook" href="https://www.addtoany.com/add_to/facebook?linkurl=https%3A%2F%2Fmodelnos.com%2Fcolombo-medio-siglos-despues%2F&linkname=Colombo%2C%20medio%20siglo%20despu%C3%A9s" title="Facebook"…