3 historias cotidianas
Un viejo profesor en la Universidad nos hacía apuntar en una libreta de notas este tipo de episodios. Era con el fin de entrenar nuestra capacidad de asombro. “El reportero que sale un día de su casa y no se da cuenta de que la calle que ayer era de tierra, y hoy amaneció con asfalto, es un burro”, nos decía. Y agregaba: “Capacidad de asombro. Mucha capacidad de asombro. Es la única forma de encontrar las noticias donde otros sólo en terrones y colillas de cigarro tiradas en la cuneta”.