En ausencia de Ann (‘Mi vida sin mí’, de Isabel Coixet) | Miguel Bravo Vadillo
Pero la película de Coixet rezuma humanidad por todos sus poros (tal y como pretendía Jean Renoir con su cine) y tiene todas las señas de identidad de esas novelas cortas –precisas y preciosas– que dejan una huella indeleble en el lector (aquí complacido espectador). El ritmo de esta película es puro arte narrativo, y algunas de sus secuencias son capaces de transmitir sentimientos de una profunda calidez y de una belleza plástica difícil de ver en el cine actual. No debemos olvidar que Isabel es una fan declarada de Wong Kar-Wai, y se muestra igualmente osada, y acertada, en la colocación de la cámara y en la meticulosa elección de sus planos.