Defensa apasionada de la jardinería de interior… y de los microrrelatos
A algunos insignes escritores no les gusta el género del microrrelato. No solo no les gusta, sino que además hacen pública su discrepancia (negro sobre blanco) con este género chico. Es el caso, por ejemplo, de Javier Marías o Andrés Ibáñez, dos autores que consideran el microrrelato poco menos que un banco de pruebas para contar historias apresuradas, sin demasiado interés y sin demasiada dificultad.