En California con Buk | Alexander Drake
Era agosto de 1993, yo tenía 18 años, y me encontraba con tres amigos en la ciudad de San Francisco. Meses atrás, uno de ellos, Sebas, me había pasado un par de libros de Bukowski, Factotum y Hollywood. El autor me impresionó. La forma de escribir de aquel hombre me pareció todo un descubrimiento. Su estilo directo, su lenguaje afilado y corrosivo, aquellas escenas de su vida tan sórdidas como atractivas, su ironía… Allí había algo distinto. Era evidente.