La figura de Maguib Mahfuz (1911-2006) no puede ser pasada por alto cuando hablamos de la literatura egipcia. Todo lo contrario, debemos situarle en su escalafón más ilustre, pues es el primer escritor en lengua árabe en recibir el Premio Nobel de Literatura (1988).
Centinela del pensamiento humanista frente al fundamentalismo religioso (motivo por el cual sufrió un atentado en 1994 que casi le cuesta la vida), Mahfuz es autor de una vasta obra literaria que comprende géneros como la novela, el cuento o el libro de memorias.
La obra de la que os hablamos hoy, Akhenaton, el rey hereje, indaga en el cisma político y religioso que supuso la llegada al poder del rey (o faraón) egipcio Akhenaton (o Akenatón), empeñado en romper con las tradicionales creencias religiosas (partidarias del dios Amón) y sustituir a este por el dios solar Atón, del que se convirtió en profundo devoto.
Esta ruptura con lo establecido causó desazón a los padres de Akhenaton (Amenhotep III y Tiy), a ciertos militares y a los poderosos sacerdotes, y estuvo a punto de desembocar en una guerra civil.
El episodio, ambientado en la tercera frase de la XVIII dinastía durante el Imperio Nuevo, es tratado con mucha puntería por Mahfuz, que nos presenta una obra a medio camino entre la novela y la biografía histórica.
Mahfuz no nos ofrece una visión unidireccional del personaje, sino que articula el libro en una introducción y en catorce capítulos, cada uno de ellos dedicados a una persona que trató al rey. Para construir el andamiaje narrativo, da vida a un joven con inquietudes, hijo de un noble, que decide entrevistar a las personas que habían conocido íntimamente al joven Akhenaton, sensible, afeminado y místico, un líder esclavo de sus propias convicciones que no pasaba indiferente para nadie: o se le amaba o se le denostaba.
Este abanico de puntos de vista nos ayuda a hacernos una amplia idea (nunca excluyente) del polémico personaje histórico, quien, hostigado por las autoridades religiosas de Egipto, abandonó Tebas para desplazarse a una nueva ciudad, Akhetaton (muy cerca de la actual Amarma), creada a su imagen y semejanza. Fruto de las turbulencias con la cultura egipcia que supuestamente él debería haber abanderado, Akhenaton ha pasado a la historia con el apodo de “el Hereje”, aunque no faltan voces que celebran que intentara abrazar el monoteísmo. Clave en la historia es su esposa, Nefertiti (1370 a.C. -1330 a.C.), leyendaria por su belleza y por apoyar la causa religiosa de su marido, lo cual la convertía –nuevamente, hay dualidad de criterios– en traidora o en salvadora del pueblo, según los gustos.
Akhenaton, el rey hereje (1985) no es una de las obras cumbre de Naguib Mahfuz (recomiendo vivamente ✅ El callejón de los milagros , pero puede ser una buena entrada para quienes aún no conozcan a este formidable escritor y para los muchos aficionados a la intrincada cultura del país de los faraones, Egipto, cuya cultura está y estará siempre de moda.
Francisco Rodríguez Criado es escritor, corrector de estilo y editor de varios blogs de literatura y corrección lingüística.
Cómo escritura una novela, paso a paso