Ernesto Bustos Garrido
El infortunio es parte de la vida. Algunas existencias humanas vienen al mundo marcadas por la adversidad. Antiguamente, se les hacía un zahumerio, pero también se adoptaban medidas más drásticas, como eliminar el recién nacido que presentaba algún defecto físico. Los niños espartanos deformes eran lanzados, sin más, a las entrañas de los desfiladeros. Y ni hablar de los sordos, de los ciegos, de los mudos y de los albinos.
Katherine Anne Porter, la importante escritora texana, contemporánea de Carson McCullers, Eudora Welty y Flannery O’Connor, ganadora del National Book Award en 1965 y del Premio Putlizer en 1969, tuvo una existencia marcada por el infortunio.
Se casó cuatro veces y nunca pudo tener hijos. En 1892, cuando tenía dos años y se llamaba Callie Russel, su madre muriódos meses después de dar a luz a su último hijo. El padre de la niña se llevó a sus cuatro hijos sobrevivientes a vivir con la abuela, Katherine Ann Porter, en Kyle, Texas. Sin embargo, la señora murió mientras llevaba a Callie, cuando era una niña de once años, a visitar a unos familiares en Marfa, Texas. Después de eso malvivió con otros familiares y en habitaciones arrendadas. Poco pudo asistir a una escuela; a lo más, un año.
Segundo o tercer infortunio: En 1906, a los dieciséis años, Callie se casó con un tal John Henry Koontz en Lufkin, Texas. Este era hijo de una rica familia de rancheros de Texas, pero era físicamente abusivo. Se divorciaron oficialmente en 1915. En ese minuto la joven pidió que su nombre fuera cambiado a Katherine Anne Porter, como parte de su trámite de divorcio.
Luego, en 1915, le diagnosticaron tuberculosis y pasó los siguientes dos años en sanatorios, conviviendo con tísicos, moribundos y leprosos. Más tarde se descubrió que tenía bronquitis, y no tuberculosis. En ese tiempo de miseria decidió convertirse en escritora. En 1917 comenzó a escribir para el Fort Worth Critic, comentando dramas y escribiendo crónicas sociales. En 1918, colaboró con The Rocky Mountain News, en Denver, Colorado. Ese mismo año, estuvo a un tris de morir, en Denver, durante una epidemia de gripe. Cuando fue dada de alta del hospital, meses después, estaba completamente calva.
En 1919, Katherine Anne se trasladó a Greenwich Village, en la ciudad de Nueva York, y se convirtió en una escritora fantasma [el autor se refiere a gosh writer, lo que en España sería “un negro literario”], es decir, redactaba textos que se acreditaban oficialmente a otra persona. También pasó tiempo escribiendo cuentos infantiles y haciendo publicidad para una compañía cinematográfica. En 1920, fue a trabajar para una editorial de revistas en México, donde conoció a cientos de militantes de organizaciones mexicanas de izquierda, incluido Diego Rivera.
Entre 1920 y 1930, Porter viajó varias veces de ida y vuelta entre México y la ciudad de Nueva York, y comenzó a publicar cuentos y ensayos. Su primer cuento publicado fue “María Concepción”, en The Century Magazine. En 1930, publicó su primera colección de cuentos, Flowering Judas and Other Stories.
En 1926, se casó con Ernest Stock y vivió un tiempo breve en Connecticut antes de divorciarse en 1927. Sus cercanos aseguran que el motivo fue el contagio de una enfermedad venérea de su marido. Esto le provocó numerosos abortos provocados por la enfermedad. En 1927 se sometió a una histerectomía, perdiendo de este modo toda esperanza de tener un hijo.
Durante la década de 1930, Porter pasó varios años en Europa, durante los cuales continuó publicando cuentos. En 1930, se casó con Eugene Pressly, también escritor. En 1938, al regresar de Europa, se divorció de Pressly y se casó con Albert Russel Erskine, Jr., un estudiante de postgrado. Albert se divorció de ella en 1942 después de descubrir la edad real de Porter: ella era 20 años mayor que él. Porter murió en Silver Spring, Maryland, el 18 de septiembre de 1980. Tenía 90 años.
Leer el cuento de Katherine Anne Porter «María Concepción»
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