La Inteligencia Artificial (IA) y el ChatGPT son hoy día trendig topic, y lo seguirán siendo durante mucho tiempo. No es de extrañar: se supone que vienen a revolucionar nuestras vidas, al menos las de aquellos que estamos comprometidos con el mundo digital (y en cierta manera, antes o después, se cree que también las de quienes no lo están).
Están surgiendo muchas hipótesis respecto a lo que van a suponer estos cambios. Es cierto que cuesta vaticinar lo que va a ocurrir en el futuro con una tecnología que aún está por consolidarse, y con la que no podemos establecer comparativas, precisamente porque es nueva. No obstante, algunos ya apuestan por que ChatGPT puede desbancar a Google. Es decir, que en vez de consultar Google primarían las consultas al ChatGPT.
En este sentido resulta atractivo (no nos atrevemos a decir si también esclarecedor) un artículo que ha publicado Dr. Peter J. Meyers en moz.com, con el título “ChatGPT no reemplazará la búsqueda de Google (todavía)”.
Y, ojo, porque Meyers emplea el adverbio “todavía”.
¿Qué dice Meyers sobre ChatGPT en su rivalidad con el buscador Google?
Sin ánimo de ponernos exhaustivos, lo que Meyers viene a decir en su artículo es que por el momento ChatGPT tiene algunos puntos desfavorables si lo comparamos con Google. Para empezar, está el tema de la autoridad. En Google podemos leer la información, firmada y auspiciada por determinadas webs que dan la cara, a quienes podemos pedir responsabilidades (o, al menos, conceder mayor o menor credibilidad). Sin embargo, el ChatGPT es opaco: ofrece la información sin determinar cuáles son sus fuentes. Así pues, ¿cómo le vas dar confianza a cierta información si ni siquiera sabes a quién tienes que atribuírsela?
Otra cosa que señala Meyers es que ChatGPT cae fácilmente en las trampas, y ofrece respuestas sobre cosas que ni siquiera existen. Meyers le hizo varias preguntas trampa. Una de ellas: ¿De qué trata el éxito de Mozart de 1976 «The Fast and the Furious: Tokyo Drift»?
Pura invención esta pregunta, pues Mozart falleció en 1791, y además el título de ese tema se lo ha inventado Meyers. Pues, aun así, ChatGPT no dudó, y le dio una respuesta (que, obviamente, no tiene ni pie ni cabeza). De ahí que Meyers haya titulado ese error como “Alucinaciones y sueños de máquina”.
Y a todo esto, ¿qué línea va a seguir Google en su competencia con ChatGPT?
Pues quién lo sabe. Está por ver hasta dónde llega este asistente inteligente, pero desde luego Google se lo ha tomado muy en serio. Tanto es así, que tras el éxito del chatbot emitió un código rojo, citado por Meyers. Estarán trabajando muy duro en ofrecer la mayor resistencia a este chatbot que viene auspiciado, entre otros, por Microsoft. Por cierto, otra pregunta del millón: ¿Llegará el buscador Bing, propiedad de Microsoft, a desbancar a Google de la primera posición del ranking?
Quién lo sabe. Mientras tanto, si queréis, podéis leer aquí el interesante artículo de Meyers sobre Google y ChatGPT.
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