La dama de los muertos | Nuevo thriller doméstico en Netflix

la dama de los muertos, Netflix

Ambientada en una seductora estación de esquí cercana a Innsbruck, La dama de los muertos presenta en seis capítulos la vida de Brunhilde Blum (interpretada por Ana Maria Mühe), propietaria de una funeraria que tras ver cómo un coche atropella a su marido, Mark, a las puertas de su casa, y tras la pasividad de la policía, decide investigar los hechos por su propia cuenta. Así es cómo despierta en ella una irrefrenable sed de venganza por ajusticiar a quienes cree indentificar como los asesinos de su marido.

La rebeldía del cinéfilo, la rebeldía del soñador (Soñadores, de Bernardo Bertolucci) | Miguel Bravo Vadillo

Soñadores, The Dreamers

«¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne!» W. SHAKESPEARE Por encima de cualquier otra consideración, Soñadores (The Dreamers, Bernardo Bertolucci, 2003) fue en su estreno un inesperado regalo, insólito a la par que emocionante, para los amantes … Leer más

Todo es cine | Manuel Vicent

Todo es cine, Manuel Vicent

Bette Davis era una carnívora militante. En el rodaje se la veía dura y majestuosa bajo el ropaje de Catalina la Grande en la popa de la goleta y esa misma crueldad de zarina, fuera de la escena, la ejercía también con aquel paisano encargado del avituallamiento, que no lograba servirle la calidad de carne que ella exigía

Todos dicen «Sí quiero». (Cuatro bodas y un funeral, de Mike Newell) | Miguel Bravo Vadillo

4 bodas y un funeral

Otra idea que defiende el filme es que existe la pareja perfecta, y que dos personas que se aman tienen derecho a unirse en matrimonio sin que importe su orientación sexual: en el doblaje al castellano escuchamos que dos de los personajes protagónicos, homosexuales, «sienten como un verdadero matrimonio» (en la versión original en inglés se dice que han estado «married all this time»).

Un atípico proyecto personal (Sexo, mentiras y cintas de vídeo, de Steven Soderbergh) | Miguel Bravo Vadillo

sexo, mentira y cintas de vídeo

Según cuenta la leyenda, Sexo, mentiras y cintas de vídeo (Sex, Lies and Videotape, Steven Soderbergh, EEUU, 1989) fue escrita en ocho días y rodada en cinco semanas, con un presupuesto de un millón doscientos mil dólares. Cifras que, a priori, no hacían pensar en un resultado tan espléndido. Pero la calidad de un filme no es siempre directamente proporcional a la cantidad de dinero invertida en él, ni al tiempo dedicado a su guion y rodaje, sino a la cantidad de talento reunido para su realización.

El perfume delator (‘Perdición’, de Billy Wilder) | Miguel Bravo Vadillo

Perdición, Billy Wilder

Existe una enorme diferencia entre narrar una historia en primera persona desde la perspectiva de un narrador que es, a su vez, protagonista del relato, o hacerlo en tercera desde la perspectiva de un narrador omnisciente. El narrador omnisciente es infalible, y lo es por pura convención entre autor y lector; por tanto, debemos confiar en él para comprender los entresijos de la historia.

La épica del espectáculo. O el remake de un sueño | Miguel Bravo Vadillo

King Kong, remake

                                                                                  «Al no existir un referente previo                                                        (aunque sí una novelización  posterior que llegó a                                                        traducirse al  español), Kong es hoy, y lo ha sido                                                        siempre, un fenómeno inseparable de su primera                                                        imagen».                                                                  TERENCE MOIX Escoger un remake para este número fue sencillo una vez que quien esto escribe depuró … Leer más

Más fuerte que el destino (La reina Cristina de Suecia, de Rouben Mamoulian) | Miguel Bravo Vadillo

reina Cristina de Suecia, película

«Muy joven aún para comprender la nueva realidad a la que debe enfrentarse, la reina niña muestra un aplomo fuera de lo común cuando recita de memoria su discurso de coronación (si bien, la verdadera reina Cristina sería coronada como tal mucho más tarde, en 1650, cuando esta contaba casi veinticuatro años de edad; aunque ya ejerciera desde mucho antes sus deberes como monarca)».

Dijiste para siempre (El ansia, de Tony Scott) | Miguel Bravo Vadillo

El ansia, película

Que la vampira que aparece en la escena final (críptica para muchos) en un piso de Londres no es Sarah, sino Miriam reencarnada en el cuerpo de Sarah, me parece bastante claro (al menos yo prefiero creerlo así) por el simple hecho de que en el salón del susodicho piso londinense aparecen varios instrumentos musicales y dos alumnos (aunque uno de ellos puede ser su amante) a los que la inmortal imparte lecciones de música.

En ausencia de Ann (‘Mi vida sin mí’, de Isabel Coixet) | Miguel Bravo Vadillo

Mi vida sin mí, Miguel Bravo Vadillo, Isabel Coixet

Pero la película de Coixet rezuma humanidad por todos sus poros (tal y como pretendía Jean Renoir con su cine) y tiene todas las señas de identidad de esas novelas cortas –precisas y preciosas– que dejan una huella indeleble en el lector (aquí complacido espectador). El ritmo de esta película es puro arte narrativo, y algunas de sus secuencias son capaces de transmitir sentimientos de una profunda calidez y de una belleza plástica difícil de ver en el cine actual. No debemos olvidar que Isabel es una fan declarada de Wong Kar-Wai, y se muestra igualmente osada, y acertada, en la colocación de la cámara y en la meticulosa elección de sus planos.